La razón del debraye

Estoy de regreso en este mundo blogueril. Pensé que no volvería pero poco a poco aparecieron las ideas no contadas, las semillas no plantadas, los bugs no corregidos. Me he decidido a escribir porque creo que hay algunos debrayes mentales que debo sacar a la luz. Otros los han dicho pero no los he dicho yo. Mas si yo los hubiera dicho, bien dichos estarían... ah! no. Todavía no es hora de empezar a debrayar. Usted perdone.


Otra razón para empezar ahora el blog es que estamos muy cerca del 2010, el año de la revolución mexicana (que pasó) y de la guerra (que esperemos no se repita, al menos no tan sangrienta). Y ni modo, mi sangre mexicana revolucionaria está despertando y la profecía se cumplirá, y el primer paso para toda buena pelea es... empezar un blog. En realidad, los próximos 6 meses estaré muy ocupada, y tendré muchas cosas que hacer, no habrá un segundo para desperdiciar, así que ¿qué mejor manera de matar el tiempo que hacer un blog?


No es que mis pensamientos sean originales sino porque creo que si quiero hacer un plano de mis jardines, debo escribir primero sobre lo que creo que es, y seguir los retorcidos vericuetos de mi mente. Ni modo, percepción mata a verdad invariable.


Quizá en mis preguntas, usted encuentre un reflejo de las suyas. Y si el lector o yo encontramos alguna posición no antes considerada, éste blog habrá cumplido su objetivo.


Y si no encuentra en este blog lo que busca, pues ni modo, o como diría un amigo, pus chin. Están a un clic de distancia de otros jardines.

Saludos solemnes.